El Instituto de Atención Integral de Enfermedades Renales (Inaer), encabezado por José Manuel Arreola Guerra, ha puesto en marcha la Campaña...
El Instituto de Atención Integral de Enfermedades Renales (Inaer), encabezado por José Manuel Arreola Guerra, ha puesto en marcha la Campaña de Detección Oportuna en Enfermedad Renal, con el "firme compromiso de proteger la salud de las y los jóvenes de Aguascalientes". Esta iniciativa, que se desarrollará durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, consiste en la realización de un estudio gratuito, rápido y no invasivo.
Sin embargo, al examinar los detalles de la implementación, surgen serias dudas respecto a si el alcance de la campaña es suficiente para cumplir con su ambicioso objetivo de proteger a la juventud del estado y asegurar un diagnóstico verdaderamente "oportuno".
Restricción Geográfica y de Alcance
A pesar de que el Inaer declara un compromiso con "las y los jóvenes de Aguascalientes", la campaña se llevará a cabo únicamente en 40 secundarias y exclusivamente en la capital del estado.
Esto plantea un cuestionamiento fundamental sobre la equidad en el acceso a la salud: ¿Puede una campaña que se limita geográficamente a 40 planteles en una sola municipalidad afirmar que está cumpliendo con su propósito de proteger a la juventud a nivel estatal? Si bien se proyectan 10,000 tamizajes, esta cifra no especifica el porcentaje de cobertura real sobre la población adolescente total del estado. La centralización de la detección en la capital podría dejar desprotegidas a miles de familias que residen en el resto de los municipios.
El Dilema del Diagnóstico Oportuno vs. la Demora de Resultados
La campaña se basa en un estudio no invasivo, que consiste en la toma de una muestra de orina a estudiantes de tercer grado de secundaria, cuyas edades oscilan entre 14 y 18 años. El objetivo, según Arreola Guerra, es detectar señales de daño renal "incluso antes de que aparezcan síntomas visibles", lo cual es crucial, pues la detección temprana "puede marcar una diferencia significativa".
No obstante, la logística de la entrega de resultados parece contradecir la urgencia de la "detección oportuna". Si bien los estudios se realizarán a lo largo de tres meses (octubre, noviembre y diciembre), los resultados serán entregados a madres, padres y tutores hasta el mes de enero.
Esto significa que un estudiante tamizado en octubre podría enfrentar una espera de hasta tres meses antes de que sus tutores conozcan un diagnóstico potencialmente crítico. Surge la crítica: ¿Una demora de 60 a 90 días entre la toma de muestra y la entrega del resultado es compatible con el concepto de "oportunidad" en el contexto de una enfermedad que, si se detecta tempranamente, ayuda a "prevenir complicaciones graves en el futuro"?
Incertidumbre en el Seguimiento Integral
El Inaer asegura que, en los casos que así lo requieran, se realizará una segunda toma de muestra "con el fin de dar seguimiento personalizado y fortalecer las acciones preventivas".
Aunque se menciona que un diagnóstico oportuno permite "brindar tratamiento y orientación médica adecuada", la información proporcionada no detalla la naturaleza de este seguimiento. Es decir, el comunicado se centra en la detección, pero omite especificar si Inaer o el Gobierno Estatal garantizan la continuidad de la atención médica y el tratamiento subsecuente para aquellos casos positivos. Sin claridad sobre la articulación de la atención médica después del diagnóstico, el "seguimiento personalizado" corre el riesgo de ser meramente diagnóstico, dejando a los padres la responsabilidad de buscar el tratamiento adecuado para prevenir las complicaciones graves que la campaña busca evitar.