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Vivir en una zona costera implica estar preparado y anticiparse ante posibles huracanes. Estas tormentas suelen desarrollarse rápidamente dejando poco margen para decidir dónde refugiarse o qué llevar en caso de evacuación. Además, es común que las necesidades médicas, como los medicamentos y equipos esenciales, se pasen por alto en medio del caos.
El doctor Scott Goldberg, director médico de preparación para emergencias en el Brigham and Women's Hospital, destacó la importancia de planificar con cuidado. "La gente puede traer su medicación para la diabetes, pero olvidar su monitor de azúcar en sangre, o traer sus audífonos, pero olvidarse de darles pilas de repuesto", sostuvo.
Con la temporada de huracanes de 2024, se esperan condiciones activas, según los meteorólogos del Servicio Meteorológico Nacional y pronosticaron alrededor de 17 a 25 tormentas, con la posibilidad de 8 a 13 huracanes. Por eso, antes de que lleguen los vientos y las lluvias intensas, es importante prepararse adecuadamente.
Así es que, para tener una buena preparación antes estos eventos, es crucial reunir suministros esenciales, asegurar la vivienda y tener un plan de evacuación, especialmente en áreas propensas a inundaciones. También es recomendable contactar con las autoridades locales de gestión de emergencias para conocer los refugios cercanos y los planes de evacuación.
Para quienes necesitan asistencia médica especial durante una evacuación, es primordial registrarse en programas locales de necesidades especiales. Estos programas facilitan la comunicación con servicios médicos y garantizan el acceso a refugios equipados con personal médico y suministros esenciales. Cuando se prepara una mochila de emergencia, no hay que olvidarse de los elementos importantes como:
- Medicamentos para al menos 14 a 30 días.
- Suministros médicos personales: como monitores de presión arterial o máquinas CPAP.
- Alimentos específicos para necesidades dietéticas.
- Productos de higiene personal.
- Documentos de identidad.
Elementos básicos para la supervivencia: ropa de cambio, toallas, linterna con pilas y cargadores para dispositivos electrónicos.
Ante ello, la preparación anticipada no solo reduce el estrés durante una emergencia, sino que aumenta las probabilidades de mantener la seguridad y el bienestar familiar. Estar preparado, organizando y revisar regularmente el contenido de la mochila de emergencia, es fundamental para enfrentar la temporada de huracanes.
En resumen, estar preparado para un huracán requiere más que simples suministros. Es un compromiso con la seguridad y la tranquilidad personal y familiar. Tener una planificación adecuada y el equipamiento necesario, se puede mitigar significativamente el impacto de estos eventos naturales.
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